Un poco de historia del cultivo de hongos (I) | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
*Fragmento del artículo El cultivo de hongos comestibles: una opción para el aprovechamiento de los desperdicios agrícolas (Jaime Rodríguez Abitia), publicado en la revista Investigación Hoy (boletín 19, Agosto 1991) del Instituto Politécnico Nacional; reproducido con autorización. | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
*Jiquilpan es un pueblito michoacano muy próximo a la laguna de Chapala; tanto, que se encuentra junto a la zona de tierras bajas y pantanosas que quedó cuando las aguas retrocedieron para abastecer a la sedienta ciudad de Guadalajara y a la cual se le bautizó como la Ciénega. Tierras ricas para la agricultura, al igual que todas las ubicadas en los márgenes de los ríos y los deltas, aquí surgió un distrito de riego, cultivándose lo mismo hortalizas que cultivos básicos como el maíz, trigo, sorgo y cártamo. Jiquilpan está, además, al pie de una meseta a la cual, todos los años, por una carretera serpenteante y de pendiente pronunciada suben largas caravanas de automóviles repletos de fachosos vacacionistas anhelantes del Sol y el Mar de las playas del puerto de Manzanillo. En cuanto han pasado el pueblo comienzan las curvas y la ascensión y en menos de diez minutos se encuentran ya corriendo a gran velocidad sobre la meseta, casi medio kilómetro arriba. También todos los años llegan las lluvias. La tierra, reseca y agrietada, se humedece y se esponja, despertándose todas las formas de vida que albergaba latentes. En algunas partes de la meseta, antes de que broten los pastos, surgen por doquier ocultas bajo tierra finas redecillas blanquecinas que se extienden con rapidez. Mientras que las semillas de las plantas verdes apenas están saliendo pesadamente de su letargo, estas redecillas crecen y se entrelazan estrechamente con tal velocidad que a las pocas semanas han formado varias mallas tridimensionales perfectamente interconectadas que, como si fuera un gran monstruo escondido, se alimentan de toda la materia orgánica, constituída por los restos de los animales y vegetales que murieron desde las lluvias pasadas y que se habían acumulado durante la sequía, transformándola en minerales que se unen al suelo, fertilizándolo. La gente que acude los fines de semana de "día de campo" no las ve aunque lleguen a ser enormes (hasta decenas de metros) pues están bajo sus pies. Conforme avanza el Verano llueve con más frecuencia y la humedad atmosférica va aumentando; finalmente, una tarde un viento frío llega a la pradera y pronto arrecia; el cielo se oscurece por una gran masa de nubes tronadoras que anuncian el primer chubasco de la temporada. En menos de media hora cae el aguacero junto con una fuerte granizada, bajando la temperatura rápidamente. La tormenta habrá pasado en unas horas pero esta vez ya no volverá a descender la humedad lo cual, con el frío del alba, despertará al monstruo. El numeroso conjunto de redes, que después de alcanzar su crecimiento máximo se había detenido esperando la señal, se activa. De igual manera que lo hizo el año pasado, que hace una década, que hace siglos, como lo ha hecho durante miles de años, se transforma surgiendo millones de puntitos diminutos como la cabeza de un alfiler que crecen muy cerca de la superficie hasta alcanzar el tamaño de unos óvalos que, rompiendo la cubierta terrosa, se convierten en tan sólo unos 4 o 5 días en unas sombrillitas muy llamativas. La próxima semana los excursionistas llegan a la pradera como de costumbre pero esta vez se llevan una grata sorpresa: champiñones silvestres por doquier les rodean, maravillándoles e infundiéndoles una sensación de respeto ante estos repentinos y fugaces seres, que hoy se muestran ante sus ojos, tentadores, y que si regresaran a buscarlos la siguiente semana no podrían encontrarlos por ningún lado, habiéndose esfumado como las hadas y los duendes. Son parientes de esos auténticos fantasmas caprichosos y escurridizos que aparecen en parques y jardines con el rocío del amanecer y que se desbaratan formando una masa licuada y apestosa con los primeros rayos solares del mediodía. Seres misteriosos y fugaces... tales son los hongos. |
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Generalidades del cultivo de setas | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Continuar con la historia del cultivo de hongos | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Boletín para los productores de hongos con el pronóstico del tiempo | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Productos y servicios de setas cultivadas .com | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Buscadores electrónicos de información | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Granjas de producción de hongos comestibles | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Literatura relacionada con hongos cultivados | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Ir a la página principal de setas cultivadas | ¿Dudas? ¿Comentarios? ¡Escríbanos! | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
servicioalcliente@setascultivadas.com |